Que Hacer Cuando Los Niños No Quieren Dormir
Los niños se sienten bien si conocen lo que va a suceder ahora y cuánto más seguro y relajado se halle un bebé mucho más simple va a ser para él conciliar el sueño. Por esta razón, para ayudar a hacer un óptimo hábito de sueño es fundamental que el niño tenga establecida una buena rutina. Esta hay que establecer desde el instante en que el bebé tenga entre 6 u 8 semanas. La hora de reposar debe ser más o menos la misma todas las noches, y no debe exceder mucho más de una hora entre el verano y el invierno.
Por poner un ejemplo, dibujar un círculo en una hoja de papel de color, dividirlo en secciones clasificadas como hora de jugar, hora de acostarse y hora de los cuentos. Señalar con la flecha en la sección correcta cuando llegue el momento. O se puede dibujar un reloj con las manecillas señalando el momento de acostarse y colocarlo cerca del reloj real. En el momento en que las manecillas del reloj real coincidan con las del reloj casero, el niño sabe que es el momento de irse a la cama. La diferencia entre un niño que duerme bien y uno que duerme mal está en la capacidad que tiene el primero para autocalmarse, sentirse seguro aun estando solo y poder de este modo conciliar el sueño.
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Anímele a que hable de su sueño y lo represente despierto, pero con un final feliz. Un gráfico del momento de acostarse es eficiente para los niños, permitiéndoles ganar puntos para alguna recompensa deseada. Al comienzo, los progenitores tienen que dar puntos por permanecer en cama a lo largo de cinco minutos, después se debe de prolongar gradualmente el tiempo requerido para acumular los puntos necesarios. Los padres no tienen que reírse de los hábitos del niño, pero por otro lado, tampoco deben permitir que se vuelvan bastante pesados. Se debe de limitar el número de juguetes que el niño se transporta a la cama, por ejemplo, se puede conducir un libro y un juguete, que escoja.
A los dos años, varios prefieren prolongar la hora de irse a la cama. Detrás de esa negativa definitiva a acostarse, comunmente acostumbra haber un porqué. El niño debe de asociar el sueño con una serie de elementos externos que permanezcan a su lado durante toda la noche. Todos y cada uno de los rituales deben terminar antes que el niño sea colocado en la cuna para reposar.
Trucos Para Que El Niño Se Vaya A La Cama
Realizar su habitación mucho más interesante, no significa redecorarla sino más bien cambiar ciertos puntos y que el niño sea participe de ellos. Utilizar recompensas por el hecho de reposar solo o los progresos hacia esa meta. Asegúrese de expresar lo orgulloso que se está de él y que es un «chico mayor».
El niño va aprendido a quedarse dormido por sí sólo sin la ayuda de sus padres. Hay que tener en cuenta que durante esta primera noche, el desarrollo de lloro-respuesta puede perdurar varias horas hasta que el niño llegue a dormirse. Ahora bien, el plan solo tendrá éxito si somospersistentesyconsistentes con el “régimen” y no cedemos a la tentación de coger al niño de su cama.
Pasados unos minutos la madre o el padre va a poder volver a la habitación a confortar al niño, que no debe desplazarse de la cama, hasta el momento en que esté relajado . Los progenitores pueden tranquilizar y confortar al niño hasta el momento en que esté tumbado serenamente en la cama. Una vez que esté relajado en la cama o cuna, la madre/ padre va a deber abandonar la habitación. Algunas causas conductuales y sicológicas de los problemas de sueño infantiles. Precisan sus horas de sueño, como es natural, pero ellos no en todos los casos comprenden eso, por lo que lo que quieren es gozar del momento igual que los demás.
Las grandes recompensas se escogerán entre el «menú» de cosas o actividades que los padres saben que el niño quiere. Un niño tiene la posibilidad de tener adversidades para separarse durante la noche del resto del mundo o tienen la posibilidad de captar cambios sutiles en el ambiente familiar, y ser una causa de problemas en el momento de acostarse. Incluso en la seguridad de un hogar feliz los pequeños tienen la posibilidad de llegar a tener temor de la obscuridad o de criaturas imaginarias situadas en las esquinas oscuras del dormitorio. Los sueños tienen la posibilidad de estar inducidos por enfermedades y por el dolor, sobreexcitación, miedo v ansiedad, programas violentos de televisión o por amenazas enfermizas por parte de los progenitores. Aunque el niño puede no ser con la capacidad de señalar exactamente qué le está afectando, tienen la posibilidad de sacarse ciertas claves desde su accionar conversando con él.
El Sueño Infantil
Llevar a cabo en oposición al hecho de levantarse continuamenteLos padres han seguido los hábitos v rituales del momento de acostarse. Cristina se ha metido en cama hace unos instantes, pero por el momento no está en ella. Tras diez minutos, ya vuelve a estar en el salón, pidiendo un zumo. Para algunos niños, una puede bastar, para otros va a ser necesario aplicarlas todas y cada una para hallar que permanezcan en cama. Media hora antes de acostarse, el niño debe encontrarse relajado para en el momento en que llegue el instante. Más que una guerra de almohadas o un juego de pelota van a ser unas costumbres apacibles que incluyan la higiene habitual, la lectura, la narración de cuentos o la música.
El apego es primordial para el desarrollo de los patrones de sueño-vigilia, de esta manera como para la maduración integral del niño, su futura rivalidad social y su afectividad. Todo ello es, en buena parte, consecuencia del género de cuidado que recibe el pequeño en sus primeros años de vida. Comentarios de este género son los que transmiten los padres en el momento en que llegan a la solicitud del sueño. Son, normalmente, progenitores agotados y desesperados porque no duermen más de 4 horas seguidas a lo largo de una noche, a consecuencia de los problemas de sueño de sus hijos. Si tu hijo desde que nació es un niño que duerme regular, no aguardes que duerma en una gran siesta.
