Hay Que Despertar A Los Niños De La Siesta
Si a pesar de todos nuestros intentos no quiere reposar, tenemos la posibilidad de reemplazar la siesta por un rato de reposo en su habitación. De esta forma va a saber que tras la comida llega un instante de relax. Puedes dejarle solo en la camita o la cuna a fin de que pase unos minutos inmovil y relajado. No pasa nada si se lleva un juguete, pero no dejes que tenga bastantes estímulos (tele, música…) o no conseguirá relajarse. De esta manera, muchos niños caen rendidos y terminan por dormirse solos.
Los bebés que duermen siestas de 1h30 o 2 horas seguidas, también, experimentan despertares tras los 40 o 45 minutos. No obstante, han logrado dominar la capacidad de conectar con el siguiente ciclo de sueño y, de esta manera, seguir con su siesta. Ciclos de sueño de tu bebé empiezan a consolidarse desde los 5 meses y es de esperar que la duración de sus siestas sean más largas y continuas. El problema aparece cuando tu bebé no sabe conectar un ciclo tras otros, o sea volver a dormirse después de ese “mini despertar”.
¿cuándo Dejan De Dormir La Siesta?
En caso de no ser viable que hagan siesta, recomiendo acostarlos antes. A los 12 meses suele haber una regresión de sueño relacionada con un hito de desarrollo. Y es muy normal que nos empiece a valer que nuestro bebé duerma una de las siestas. Por ello, en el caso de que alcanzada esta edad vuestros hijos sigan durmiendo la siesta de forma rutinaria hay que plantearse que algo logre estar pasando que no sea habitual. Primeramente va a haber que revisar la higiene del sueño, pero también os recomendamos que os citéis con tu médico para que evalúe la situación.
Desde los 12 meses meses, y frecuentemente antes de los 18, la mayoría de los niños efectúa solo una siesta durante el día, normalmente tras comer, mientras que el resto de horas de sueño que necesitan están agrupadas en la noche. De todas y cada una formas, como el ritmo de maduración del sueño es diferente en todos y cada niño, algunos van a dejar esta siesta antes y otros después, en verdad, a los 2 años el 25% de niños todavía hace 2 siestas, el 66% únicamente una siesta y hay un 8% de pequeños que ya no la duermen. ¿Se las tenemos la posibilidad de quitar o verdaderamente las necesitan cuando son pequeños? En el post de el día de hoy repasamos muchos conceptos sobre el sueño en la niñez y analizamos todo lo que tenéis que saber de las siestas infantiles. Si tu hijo ahora no requiere dormir, o no consigue conciliar el sueño por mucho más cansado que lo veas, no lo obligues ni lo castigues.
Los Pequeños Mayores No Duermen La Siesta
El empleo de asociaciones correctas y familiares puede asistir. Una rutina relajante, tranquila, para efectuar todos y cada uno de los días antes de dormir (baño, leer un cuento) y que debe finalizar en el dormitorio, contribuye a que el niño se dé cuenta de que llega la hora de reposar. Esta actividad predecible y rutinaria puede hacer más simple una buena separación y eludir que el niño responda con ansiedad. Es recomendable que se confirmen límites claros (número de cuentos, canciones…) si el niño se queja a la hora de quedarse solo.
En el momento en que hace esta transición significa que su ventana de sueño ha incrementado, fundamento por el que deberás ponerlo a reposar a las 4-5h de haberse despertado. El objetivo es que esta sola siesta sea extendida alrededor de 2h. Si vas observando que tu peque va reduciendo cada vez más la siesta de la mañana a 30 minutos o la de la tarde le va costando, es el instante de pasar a 1 siesta. Este cambio va a ser gradual, puede que haya días que lleve a cabo 2 y días que con 1 tenga suficiente. Remarcar el sueñonocturno con una o 2 siestasdiurnas asiste para los pequeños a absorber mejor el aprendizajey a estar más frescos y de mejor humor. Un niño muy despierto, que llega agotado pero feliz a las noches, que se marcha a la cama tranquilo y descansa lo suficiente, para despertar por la mañana lleno de energía, lo más posible es que ya no necesite reposar tanto.
Edades-y-etapas
Negocia con él que la tarde es un instante para reposar –no solo para los niños, sino más bien para todos- y que si no se desea dormir puede seleccionar ocupaciones distendidas en su cuarto, como pintar, leer libros o realizar un rompecabezas. Si bien no duerma, se beneficiará con un largo tiempo de reposo… y te va a dar un momento de libertad para todas y cada una esas actividades que antes solías llevar a cabo a lo largo de su siesta. Con pequeños de 3 o 4 años se debe tener precaución en no excederse con la siesta, puesto que tiende a entorpecer con el sueño nocturno. Por eso,lo idóneo es que duerman solamente pasado el mediodía, y que la siesta no se prolongue por más de una hora u hora y media. En caso contrario, de noche no va a haber manera de que se vayan a la cama.
Con todo, entre los 3 y los 5 años suele desaparecer esa siesta que hacen los niños por la tarde. Como afirmábamos, va a haber pequeños que precisan dormirla hasta esa edad, mientras que va a haber otros que desde los 3 años aguanten lúcidos desde el instante en que suena el despertador por la mañana hasta que llega la hora de dormirse por la noche. A lo largo de esos primeros años de vida el sueño cambia y madura de manera progresiva y con el tiempo acaba siendo similar al de los adultos. Hacia los 3 meses de vida aparece el ritmo circadiano, lo que se traduce en que poco a poco los niños empiecen a agrupar más horas de sueño durante la noche, si bien este patrón no está precisamente establecido hasta los 6 meses de edad. De esta forma, lo común es que un recién nacido haga periodos de sueño de 2 o 3 horas y que se despierte para comer y tras ello se vuelve a quedar dormido.
Siempre con sumo cuidado, por el hecho de que podría estar en etapa de sueño profundo y despertarse agotado o irritado. Lo más conveniente es abrir la puerta, dejar que entre más luz o ruido en la habitación y que de esta forma el dormilón se despierte de forma lenta. Si no marcha, prueba a mecerle delicadamente o a hablarle bajo. REDACTORA MI BEBÉ Y YO. Coordinadora de la sección Mujer El día de hoy, y especialista en embarazo, bebés y niños.
Una forma correcta y tranquila de despertarlo puede ser abrir la puerta de su habitación e ir dejando que le vayan entrando los ruidos de la casa en la habitación. Así, poco a poco irá escuchando ruidos y despertando de manera progresiva. Aparte de todo cuanto te hemos comentado anteriormente, que nuestros hijos tengan un buen descanso es un desafío esencial. Por eso, lo destacado para hallar que duerman las horas que precisan es escencial entablar una aceptable rutina de sueño. Los niños pequeños normalmente requieren de 12 a 14 horas de sueño, incluyendo una siesta de 1 a 3 horas tras comer. Todavía pueden reposar dos siestas, pero las siestas no tienen que tener lugar demasiado cerca de la hora de acostarse, en tanto que tienen la posibilidad de dificultar que concilien el sueño por la noche.
