Cuando Debe Dormir Solo El Bebe En Su Cuarto
Al sentirse mucho más seguros y protegidos frente la presencia de sus progenitores, los niños acostumbran a conciliar el sueño en menos tiempo. Además, tiende a ser más profundo y reparador, y es menos posible que tengan pesadillas. Los niños a menudo tienen temor a la oscuridad y corren a la cama de sus padres por las noches para sentirse seguros y protegidos. Pero de esta manera podrían volverse mucho más miedosos, lo que va a hacer que les cueste mucho más estudiar a realizar frente a sus miedos cuando se apaga la luz.
Los monitores cardiorrespiratorios en el hogar no reducen el peligro de muerte prematura del lactante. Suscríbete ahora y recibe en tu correo los consejos de salud de Sanitas para hallar una vida más sana, larga y feliz. Trabajamos por hacer un planeta mejor, prestando asistencia a los padres a construir instantes memorables con sus hijos. Mamá tendrá que ir al cuarto del bebé cada vez que tenga que ofrecerle pecho o cuando escuche un llanto. Por el contrario, si la familia opta por el colecho, la pareja podrá atender velozmente los requerimientos de su hijo a cualquier hora de la noche. Si bien se trata de una transición que se puede llevar a cabo en unos pocos días, su duración debe de todos modos adaptarse en función de las reacciones que tenga nuestro hijo.
¿a Qué Edad Los Niños Deberían Dormir Solos En Su Cama?
El estudio advierte que los pequeños que duermen en exactamente la misma habitación que los padres descansan mucho peor que los que lo hacen en una habitación separada, y ello tiene secuelas negativas tanto para los pequeños para los progenitores. Es requisito recordar que la Organización Mundial de la Salud sugiere sostener al bebé en la habitación de los padres a lo largo de los primeros 6 meses de edad, puesto que puede ayudar a achicar el peligro del síndrome de muerte súbita del lactante. La primera actualización de las recomendaciones de la AAP desde 2011 para hacer un ambiente de sueño más seguro para los lactantes, conocida en octubre de 2016, asegura que compartir la habitación «puede achicar el riesgo de muerte súbita de los bebés en un 50%».
Eso sí, la AAP aconseja que lo hagan en una cuna y no con sus progenitores. Unicamente se debe llevar a los bebés a la cama de los padres para nutrirlos o confortarlos, pero tienen que regresar a su propia cuna en el momento en que los progenitores se dispongan a reposar. Una nueva investigación publicada en la gaceta \’Pediatrics\’, una de las referencias académicas en el mundo de la niñez, puede mudar por completo todo lo que pensábamos hasta el día de hoy.
Horas De Sueño Según La Edad
Algo que ha ayudado a muchas parejas que colechan es utilizar una cuna especial, que va pegada a la cama matromonial. También, se puede poner su cuna normal muy cerca del lecho, para que el bebé no se sienta solo y que esté protegido, sin quitarte espacio. Una parte de una crianza responsable está en velar pues poseas dulces sueños en la seguridad de su habitación, con las condiciones correctas y la seguridad de que la higiene del sueño de tu hijo se verá reflejada en su avance y crecimiento. Si están pequeños un baño con agua tibia los relaja, cantarles una canción de arrullo bajo una luz tenue es una buena estrategia. La información ofrecida en En Familia no debe emplearse como sustituta de la relación con su pediatra, quien, en función de las circunstancias individuales de cada niño o joven, puede indicar recomendaciones diferentes a las generales aquí destacadas. Para hacer más simple la transición al sueño (y también a otra habitación independiente) tienen la posibilidad de ser útiles ciertos de estos consejos.
Por ello, y con la meta de evitarlo, la Academia De america de Pediatría ha publicado una guía con 18 recomendaciones basadas en 63 estudios, en las que charla del colecho, entre otras muchas cosas. Después de saber las opiniones de los expertos, ahora tenemos más elementos de juicio para valorar dónde deben dormir los bebés y los niños pequeños en sus primeros años de vida. El investigador propone revisar de nuevo las guías de la AAP, pero asimismo, la manera en que varios padres implantan estas recomendaciones. “Quizá el hallazgo más impactante era que descansar en exactamente la misma habitación se asociaba con una transición de un día para otro a comunicar la cama, algo que está totalmente desaconsejado por la AAP”, explicaba Paul.
Hay que dejar claro un sencillo mensaje “es la hora de dormir.” No conviene prender luces, ni jugar. El padre o la madre pueden sentarse a su lado, pero probablemente es preferible que no lo cojan en brazos (a menos que esté enfermo). Coloque al bebé boca arriba para dormir al menos hasta el primer año de edad. Los pequeños que duermen con sus progenitores de forma regular y, más que nada, en el momento en que esta costumbre se extiende en el tiempo, van a tener inconvenientes para conciliar el sueño cuando vayan a quedarse en casa de un amigo o en un campamento infantil. Los pediatras estadounidense señalan que cuando tienen de 1 a 4 meses existen mayores probabilidades de sufrir muerte súbita, aunque el síndrome todavía es una amenaza hasta cumplir el primer año. Muchos preadolescentes aún no saben cómo estar solos a la hora de reposar y no se han visto obligados a aprender.
A lo largo de este periodo, el bebé teme a los extraños, y comienza a tener miedo de ser descuidado. Esencialmente, en el momento en que no ve a su madre, considera que se ha ido para siempre, y que no la volverá a ver nuevamente. Siempre pone a tu bebé boca arriba para reposar, esto ayudará a impedir el síndrome de la desaparición súbita de lactantes. De ahí que cada vez son más los especialistas que aconsejan la práctica del colecho, sin embargo, sostener al bebé en la cama marital desde el momento en que nace en adelante es también cuestionado por los especialistas en trastornos del sueño. Si el bebé llora por la noche, hay que atenderlo de manera apacible, pero con escasas palabras.
Querrá Reposar En Vuestra Cama
A esa edad, los niños que habían aprendido a reposar solos en su habitación dormían de media 40 minutos mucho más que los que aún pernoctaban en el cuarto de sus progenitores y 24 que aprendieron más tarde a descansar lejos de sus progenitores. Una sustancial diferencia que puede determinar la salud de toda la familia. A veces se ha publicado la iniciativa de que hay que “educar” el sueño infantil a partir de técnicas conductistas que no tienen en cuenta el avance normal de los patrones de sueño, ni las pretensiones afectivas de padres y bebés. Para muchos padres no solo es bien difícil de hacer ese género de entrenamiento sino desagradable. Por tanto, no se deben proponer de manera rutinaria a todos los bebés, sino más bien solo en casos muy específicos. Se ha vuelto práctica que los niños duerman con sus padres hasta cierta edad, si bien debería ser poco notable.