Como Dormir Un Bebe En Brazos
Hola, realmente bueno este producto, me aclaró muchas dudas, pero aún quisiese saber puesto que mi bebé llora bastante cuando sabe que se aproxima la hora de dormir, es un llanto como si tuviera cólicos y cada día tarda un tanto mucho más en dormir, cómo puezo somucionar esto. Por eso todos los bebés se alivian en el vehículo o se duermen paseando o cuando los que les contamos en brazos nos ponemos parado. Comunmente en torno a los 6 meses ahora habrá adquirido las 5 fases de sueño que tenemos los mayores, pero ahora eso significa que tiene que aprender a usarlas, manejarlas y manejar muchos despertares. Para ello, hablaré de las pretensiones de los bebés según 2 grupos de edad. Los adultos nos metemos a la cama y dormimos, comunmente a la noche, y si no pasa nada y no tenemos insomnio, nos levantamos al día siguiente y así sucesivamente.
Gracias por escribirnos y mucho ánimo, todo pasará. Hola Rocío, sosegada, lo primero de todo es que no haces nada mal ni bien ni mejor ni peor. Los bebés tienen millones de cambios y situaciones que hacen que sus pretensiones cambien.
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Si ves que lo necesitas no dudes en pedirnos una cita y te atenderemos inmediatamente. Vamos a comprender ahora por el hecho de que hay tantos bebés que solo duermen en brazos y que cuando les acuestan lloran como si la cuna tuviese pinchos. Claro, de súbito llega un bebé a la familia y nos desmonta todo. Resulta que sólo duerme de día, se pasa la noche despierto, sólo se duerme en brazos y encima no nos deja dormir al resto.
Habrá bebés que cojan la cuna con normalidad y habrá otros más dependientes, con mucho más necesidad de contacto físico. Como en la mayor parte de los bebés, por desgracia, el punto de inflexión frecuenta darlo el momento de la reincorporación de la madre al trabajo, voy a centrarme como ejemplo en esa situación. Ese instante está en la mayoría de las situaciones entre los 4 y 6 meses. Más que nada las primeras semanas, muchos bebés se duermen de esta forma, cerca de nuestro pecho. Escuchan los latidos, entran en contacto con nuestra respiración y de esta forma regulan su presión arterial y su respiración.
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Disponemos miedo de que nos manipulen, se malacostumbren, la gente nos critique y que además siempre y en todo momento vayan a querer reposar en brazos. Pues por el hecho de que su cerebro es con la capacidad de detectar el movimiento y la altura, de forma que recibe la señal de que si se mueve y encima hay altura alguien debe estar cuidándolo. Puede succionar del pecho de mamá más de manera fácil y siempre que necesite. Su cerebro empieza a estar listo para distinguir el día de la noche, pero en este momento debe ir aprendiendo a hacerlo y usarlo.
En alguno de estas situaciones, vas a estar estableciendo un punto final precisamente definido cuando sales de la habitación, simbolizando la hora de dormir. No se utiliza para nada al bebé que su madre se despierte cada vez que en sueños hace un gemido, ni cada vez que sale de un ciclo de sueño, si es con la capacidad de entrar solo en el próximo. Para lo primero, la única solución es que la madre no oiga esos gemidos o ruidos normales del niño durante el sueño que no necesitan que haga nada. Y eso no tiene más que una solución, y es que el bebé duerma en otra habitación. Con sus defensores y opositores, el del doctor Estivill (Duérmete niño) ha sido un tradicional entre los tradicionales. Sus pautas (esencialmente dejar llorar al bebé en su cuna a intervalos y aliviarlo pero sin cogerle en brazos) se conocen, en verdad, como el Método Estivill, por mucho que este neurólogo experto en sueño haya insistido en que no es un invento suyo.
El resto se consuela con resignación oyendo a otros progenitores que lo pasan igualmente mal o se sumergen en libros que ofrecen fórmulas a fin de que los bebés descansen a pierna suelta. En muchas ocasiones, varios bebés se quedan dormidos en brazos y en el momento en que se les pone en su cunita se despiertan alterados. En nuestro foro de discusión conocemos realmente bien este accionar, aun hemos acuñado un término para argumentar esa incapacidad o contrariedad que presentan muchos pequeños para quedarse dormidos plácidamente en otro lugar.
Pero lo más grave según mi opinión, es que hay elecciones viables e infinitamente menos traumáticas para hallar el mismo objetivo. Lo cierto es que redactar todo un libro sobre este método tiene mérito. Pues consiste para resumir en que dejes al niño en la cuna y acudas a calmarlo dejando un tiempo que va en aumento entre asistencia y asistencia, hasta el momento en que el niño se resigna a que no lo cogerás y se duerme entre sollozos. Yo, en lo personal hace tiempo que no me dedico a juzgar a los demás. Tengo claro que hay muchas situaciones diferentes en las familias, que pueden hacer que las opción mejor no sea la que en condiciones idóneas pueda calificarse como perfecta.
