Como Debe Dormir Un Bebe De 1 Año
Para gozar de un reposo perfecto se requiere algo mucho más que una situación para reposar correcta. La habitación del bebé debe tener una temperatura interesante, entre 20 y 22 °C. Variará en función de la temporada del año y de lo abrigado que esté. Los pequeños que pasan más tiempo boca abajo a lo largo del día aprenden a gatear y caminar más rápidamente, en tanto que fortalecen mucho más sus brazos, hombros y espalda a lo largo de los primeros meses de vida. “Esta recomendación de acostarlo sobre su espalda se aplica a todos y cada uno de los bebés a lo largo del primer año de vida.
Los recién nacidos acostumbran a dormir unas horas cotidianas repartidas en periodos de dos a seis horas. Desde los un par de años, varios niños dejan de tomar la siesta matinal y necesitan la de la tarde. Durante los primeros meses, el bebé precisará siestas para completar su sueño, y alrededor de los 12 meses va a hacer dos siestas a lo largo del día, una a media mañana y otra por la tarde. Esto puede ser una experiencia efectiva, pero se regresa innecesaria si el bebé está durmiendo en un moisés o cama baja puesta junto a la cama marital.
Patrones De Sueño En Bebés De 0 A 36 Meses
La AAP sugiere utilizar una cuna, un moisés o un corral con un colchón firme a fin de que el niño duerma. En la cuna no debe haber almohadas ni otros elementos, solo el bebé colocado en una cómoda posición para dormir. Lo mismo sucede en el momento en que el pequeño asocia el pecho de mamá, la televisión o el sofá al sueño.
El establecimiento de prácticas, tanto de día como previo al inicio del sueño, en lo que se refiere a actividades y comidas asiste para elaborar el comienzo de este. La hora día tras día de acostarse y levantarse habría de ser precisamente exactamente la misma todos y cada uno de los días. Para bastantes de vosotros, el instante de dormir a nuestros hijos es el más difícil del día. Los pequeños a esta edad frecuentemente se resisten a ir a la cama.
Desde Los 6 Meses
La AEP sugiere que la cunaesté situada en la habitación de los progenitores, puesto que esto puede reducir los riesgos del SMSL hasta en un 50 %. “No debe comunicar cama con otros pequeños o adultos, ni dormir en sofás o sillones con personas mayores”, comentan. El niño debe acostumbrarse a reposar en su cuna, no en la cama de sus padres. Si lo quieres tener mucho más cerca de ti, las cunas colecho son una aceptable solución. Si empieza a plañir sin consuelo puedes ponerlo junto a ti hasta el momento en que se tranquilice, pero vuélvelo a poner en su colchoncito en cuanto se duerma.
De esta manera, la cercanía tranquilidad al niño y a la madre, pero el bebé absorbe la práctica de tener su espacio para dormir. Si el niño prosigue con lactancia materna a demanda, a veces puede realizar alguna toma nocturna. De cualquier manera, hay que asumir que la oportunidad de que el niño se despierte es mayor.
Si la madre está dándole el pecho o tratando llevarlo a cabo, los especialistas recomiendan ofrecerle el chupete de dos a tres semanas después de iniciado el proceso de lactancia. La razón es que de esta manera se habrán habituado a un modo de succión preciso, que les permita alimentarse debidamente. Con las mantas y edredones podría taparse la cabeza involuntariamente y tapar su respiración. En cualquier caso, evitemos situar la cuna cerca de las puertas, ventanas u otras fuentes de corrientes de aire. De los 9 a los 12 meses, es posible que se acrecienten los despertares nocturnos con relación a el avance de la marcha. Las medidas de la cama aproximadamente son 150x130cm y 20cm de altura total (o sea, la base de 8-diez cm y el colchón de 10cm).
No es recomendable jugar con él, reserve cualquier actividad que lo estimule para los períodos en los que esté despierto a lo largo del día. Colóquese poco a poco más lejos de la cama de su hijo cada vez que entre, hasta que logre tranquilizarlo sin entrar en la habitación. Lleve a cabo que su tiempo de respuesta sea mucho más largo cada vez que lo llame.
Asimismo es muy normal que hagan siesta, a veces múltiples, a lo largo del día. Lo común es que no precisen comer durante la noche, si bien algunos niños prosiguen demandando la toma nocturna. La alimentación nocturna estimula que los pequeños despertares que se generan durante la noche se alarguen.