A Que Edad Un Bebe Puede Dormir Con Almohada
Pero además, otra recomendación esencial es que la cuna (o la cama de los padres si practicáis colecho) esté libre de objetos con los que el niño podría quedar atrapado, y, entre ellos, la almohada es un objeto a evitar. Más allá de que en otras temporadas era común lograr que los bebés durmiesen con almohada, hoy en día los expertos desaconsejan esta práctica. Los motivos por los cuales lo hacen van desde la propia tranquilidad del niño, que por las proporciones de su cuerpo duerme mejor sin nada bajo su cabeza, hasta por eludir riesgos como la asfixia y la desaparición súbita del lactante. Este artículo detalla por qué los bebés tienen que dormir sin almohada, los riesgos que representa, exactamente en qué momento se puede integrar y qué sucede con los cojines o cuñas antirreflujo. Como hemos dicho previamente, la mayor parte de pediatras y neonatólogos coinciden en que está desaconsejado el uso de almohadas entre los más pequeños.
Aun los pequeños con reflujo gastroesofágico deben reposar boca arriba”, aseguran desde la AAP. Una de las razones por las que se desaconseja es por el riesgo de muerte súbita, en especial con determinadas almohadas infantiles como las que tienen forma de herradura, puesto que limitan el movimiento del bebé. Las únicas almohadas que sí podrían usarse son unas muy pequeñas diseñadas para eludir la plagiocefalia postural, esto es, la deformación del cráneo del bebé por pasar mucho tiempo acostado boca arriba en exactamente la misma situación. Estas almohadillas tienen una manera cóncava y amoldada a la cabeza del niño, que provoca que la presión que recibe esa parte del cuerpo al estar apoyada sea mucho menor. Un trabajo de investigación hecho en Suecia concluyó que podrían ser útiles para prevenir este inconveniente, aunque resaltaba la necesidad de nuevos trabajos que corroborasen estos desenlaces.
De Qué Forma Mantenerlo Seguro Mientras Que Duerme
En ese instante, es cuando tienen la posibilidad de requerir un pequeño acompañamiento para mantener la alineación de la espalda y el cuello, especialmente si duermen de costado. Lo normal es que este momento llegue entre los 2 y los 4 años de edad. Si bien, como siempre y en todo momento, cada niño se lleva a cabo a un ritmo y no todos precisan lo mismo a la misma edad. Sin duda alguna, el aspecto protector más importante contra la muerte súbita del lactante es que los niños menores de un año duerman boca arriba, o al menos hasta el momento en que ellos sean capaces de darse la vuelta por sí mismos.
Una presión incesante en esta área podría lograr que se tense, lo que dificultará que gire su cabecita. Le notificamos igualmente que puede presentar una reclamación frente a la Agencia Española de Protección de Datos, si no está satisfecho con en el ejercicio de sus derechos. Los datos personales se conservarán indefinidamente hasta que solicite su supresión. Almacena mi nombre, e-mail y web en este navegador para la próxima vez que comente. Resulta conveniente que su altura interna tenga un mínimo de 60 centímetros, o sea, desde el punto mucho más profundo de la cuna hasta el punto más alto de la barandilla. Si aún no conoces los Seguros AFEMEFA, infórmate ahora sobre elseguro de salud para toda la familiay elseguro joven.
Colchón Firme
Sin embargo, la Asociación De españa de Pediatría es clara al señalar en un artículo que los bebés no tienen que emplear almohada antes de los 2 años, y que solo tras esa edad tienen la posibilidad de empezar a emplear una muy plana. Los pediatras aconsejan empezar a emplear almohadas a partir de los un par de años pues es el momento en el que sus hombros son más anchos que su cabeza. Además, como a esa edad ya tienen control sobre su cuerpo pueden virarse sin correr peligro de asfixia. Pero, alén de lo que se mueven por la noche o los antojos que logren tener para dormir como sus padres, la utilización de una almohada desde los un par de años de edad no es obligatorio y varios pequeños prosiguen durmiendo a pierna suelta sin ella, aunque algunos empiezan a reposar con ella con normalidad. En el caso que deseéis emplearla, lo que sí que es importante es que el tamaño sea conveniente a su edad para que no sea amenazante para la postura de su columna vertebral, esto es, que respete su ergonomía.
Los pediatras americanos aseguran que esos que duermen boca arriba tienen menos probabilidades de sufrir de muerte súbita que esos que se acuestan de costado o boca abajo. Los mayores solemos elegir materiales que se amolden a nuestra posición, pero que contengan una altura bastante para sostener nuestra cabeza. Dado a que las almohadas de los pequeños de más corta edad deben ser de muy poca altura, lo habitual es que evitéis materiales que se hundan bastante como el plumón.
Los Bebés No Precisan Una Almohada
En el post de esta semana te contamos los motivos por los que es arriesgado que los bebés descansen con almohada. En el momento en que el niño cumpla un año, este peligro desaparece, pero la almohada no sigue siendo precisa. Por supuesto tampoco está sugerido la utilización de cojines antivuelco, él bebé debe poder desplazarse libremente. Son muchos los complementos que adquirimos para prepararnos para la llegada de nuestro bebé, varios nos van a ser de gran ayuda y ciertos serán un factor más descuidado en una esquina. Trabajamos por hacer un planeta mejor, prestando asistencia a los progenitores a crear momentos memorables con sus hijos. Se trata de un músculo grande y fuerte ubicado a ambos lados del cuello, desde la parte de atrás de las orejas hasta la clavícula.
Siempre deben ser precriptas por el médico del niño y no emplearse si no es necesario. El día de hoy veremos cuándo poner almohada a un bebé y a un recién nacido. El almacenamiento o ingreso técnico que es utilizado exclusivamente con objetivos estadísticos. Tiene que ser grande y confortable, con una área lisa que garantice su seguridad. Se aconseja situarla en un área de la habitación que se encuentre lejos de las fuentes de frío o calor elevado. El género de almohada más aconsejable es la que tenga baja altura y sea fina, mullida, con la misma longitud de la cama y con una funda extraíble para poderla lavar muchas veces.
Reposar con almohada es algo frecuente en los mayores para prevenir molestias en la espalda, hombros y cuello. En cambio, para los bebés la utilización de la almohada está contraindicado, ya que no la necesitan al ser su cabeza mucho más grande que su cuerpo. Resumiendo, hasta los un par de años de edad el empleo de almohada no está sugerido. Desde esta edad podrían comenzar a emplearse, aunque no es imprescindible. En todo caso, las almohadas infantiles tienen que tener poca altura y respetar siempre y en todo momento la ergonomía caracteristica de los pequeños.
